divendres, 14 de juny del 2013

EDUCACIÓ-CULTURA-MÚSICA..... QUI HA DE CANVIAR EL MÓN?.... LLIG I DESPRÉS EL VIDEO!


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Un 12 de marzo, Silvio Berlusconi debió  enfrentarse a la realidad. Italia festejaba un aniversario más de su  creación y en esta ocasión se representó en Roma la ópera Nabucco, de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Ricardo Muti.
Nabucco evoca el episodio de la esclavitud de los judíos en Babilonia, y el  famoso canto "Va pensiero" es el canto del coro de esclavos oprimidos.  En Italia, este canto es un símbolo de la búsqueda de la libertad (en  los años en que se escribió la ópera, Italia estaba bajo el imperio de  los Habsburgo).
Antes de la representación, Gianni Alemanno,  alcalde Roma, subió al escenario para pronunciar un discurso en el que  denunciaba los recortes del presupuesto de cultura que estaba haciendo  el Gobierno, a pesar de que Alemanno es miembro del partido gobernante y  había sido ministro de Berlusconi.  
Esta intervención del alcalde, en presencia de Berlusconi  que asistía a la representación, produjo un efecto  inesperado.
Ricardo Muti, director de la orquesta, declaró al  "Times: "La ópera se  desarrolló normalmente hasta que llegamos al famoso canto "Va pensiero".  Inmediatamente sentí que el público se ponía en tensión.
Hay cosas que  no se pueden describir, pero que uno las siente. Era el silencio del público el que  se hacía sentir hasta entonces, pero cuando empezó el "Va Pensiero", el  silencio se llenó de verdadero fervor. Se podía sentir la reacción  del público ante el lamento de los esclavos que cantan: "Oh patria mía,  tan bella y tan perdida."
Cuando el coro llegaba a su fin, el  público empezó a pedir un bis, mientras gritaba "Viva Italia" y "Viva  Verdi". A Muti no le suele  gustar hacer un bis en mitad de una representación. Sólo en una  ocasión, en la Scala de Milan,  en  1986, había aceptado hacer un bis del "Va pensiero".  "Yo no quería sólo hacer un  bis, tenía que haber una intención especial para hacerlo", dijo  Muti. En un gesto teatral,  Muti se dio la vuelta, miró al público y a Berlusconi a la vez, y se oyó  que alguien entre el público gritó: "Larga vida a Italia!".
Muti dijo entonces: "Sí, estoy de  acuerdo: "Larga vida a Italia", pero yo ya no tengo 30 años, he vivido  ya mi vida como italiano y he
recorrido mucho mundo. Hoy siento  vergüenza de lo que sucede en mi país. Accedo, pues, a vuestra petición  de un bis del "Va Pensiero".
No es sólo por la dicha patriótica que  siento, sino porque esta noche, cuando dirigía al Coro que cantó "Ay mi  país, bello y perdido", pensé que si seguimos así vamos a matar la  cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia. En tal caso,  nuestra patria, estaría de verdad "bella y perdida".
Muchos  aplausos, incluidos los de los artistas en escena. Muti prosiguió. "Yo  he callado durante muchos años. Ahora deberíamos darle sentido a este  canto. Les propongo que se unan al coro y que cantemos todos el "Va  pensiero".
Toda la ópera de  Roma se levantó. Y el coro también. Fue un momento mágico. Esa noche no  fue solamente una representación de Nabucco, sino también una  declaración del teatro de la capital para llamar la atención a los  políticos.